lunes, 8 de enero de 2018

Cuba: La sucesión de Raúl Castro


Humberto Decarli

Raúl Castro ha anunciado una postergación de dos meses, de febrero a abril de 2018, para la entrega del gobierno a otra personalidad apelando al subterfugio de los daños de un huracán. Es un pretexto más del militar antillano para ir acomodando la sucesión de un régimen con todos los rasgos de una monarquía. Haciendo abstracción de cuál será la actitud, si se posterga o se hace efectiva la transferencia, debemos partir de los prolegómenos característicos de un modelo político como el del país de José Martí.
 
Precedentes de los cincuenta: el cuartel Moncada, el Gramma y la guerrilla.

La década de los cincuenta del pasado siglo nos refresca la imagen de Fidel Castro y su grupo, posteriormente integrantes del Movimiento 26 de julio. Castro fue miembro del Partido Ortodoxo, aquél liderado por Eduardo Chibásy su suicidio en la radio con el último aldabonazo, y su estancia en La Habana como estudiante universitario tuvo como fachada pertenecer a los grupos de pistoleros que azotaban al mundo político de la isla.

Ulteriormente, con un grupo de compañeros militantes llevaron a cabo el ataque al cuartel Moncada, en el oriente cubano, que si bien fue ciertamente un fracaso desde el ángulo militar se erigió en una referencia en el plano político y dio a conocer a este puñado de jóvenes capaces de materializar acciones temerarias buscando la caída del dictador y la toma del poder.

Indultados por Baptista el grupo se trasladó a México donde organizó una invasión donde se enroló Ernesto Che Guevara en el yate Gramma y pronto la fortuna le fue adversa porque los militares gubernamentales los estaban esperando pero los sobrevivientes pudieron internarse en la Sierra Maestra.

Los hombres insurgentes promovieron eficazmente la lucha armada desde las áreas rurales porque Cuba era un país eminentemente del campo. Se impuso la guerrilla montaraz por encima de las luchas de las ciudades y el Movimiento 26 de Julio se apropió de la conducción de la lucha asumiendo sus aliados del Directorio Revolucionario y el Partido Socialista Popular el rol de complementos. Se expandió la lucha hacia la Sierra de Escambray y en una suerte de blitzkrieg tomaron Santiago, Santa Clara y entraron a La Habana el primero de enero de 1959 ante la huida deFulgencio Baptista. El triunfo del Che en Santa Clara fue determinante para el declive final del régimen dictatorial.

La luna de miel con los barbudos

Una vez establecidos en La Habana los barbudos venidos de las sierras fueron vitoreados por la población y se hicieron destinatarios de un cambio de rumbo en el país. Mientras Fidel Castro, Camilo Cienfuegos y Raúl Castro se transformaban en una suerte de vedettes ante la prensa mundial, el Che Guevara se refugiaba en la fortaleza de La Cañada en la capital haciendo ajustes de cuentas con militares, policías, adversarios, esbirros e inocentes, en masivas ejecuciones materializando una vendetta.
Fue designado presidente Manuel Urrutia, un jurista opuesto al anterior régimen quien hubo de exiliarse. Era un hombre moderado, constitucionalista, legalista y obviamente conservador como todo profesional acrítico del derecho. Miró Cardona fue seleccionado como primer ministro en un gabinete amplio al inicio. Con la radicalización del ejecutivo por el rechazo americano estos personajes tuvieron que hacer mutis ante decisiones no acogidas por ellos.

La muerte de Camilo Cienfuegos

Camilo Cienfuegos era un líder de extracción popular, distinto a los demás quienes eran profesionales de clase media, e hijo de un español anarquista. De acuerdo al texto biográfico de Carlos Franqui, intelectual de izquierda enfrentado a posteriori al régimen, Cienfuegos fue enviado por Raúl Castro a sofocar la rebelión encabezada por Huber Matos en Santiago. Pensaban que iban ambos a chocar y así resolvían liquidar a estos dos militares. Pero Matos aceptó la mediación de Camilo y se entregó, contrariando el criterio de su estado mayor inclinado al combate, lo cual le costó más de veinte años de cárcel. De regreso a la capital la avioneta donde volaba estalló y la gendarmería estableció una cuarentena alrededor de la zona cenagosa donde cayó. Después del barrido de evidencias permitieron la entrada a la prensa internacional para dibujar la hipótesis de un accidente. Franqui por supuesto no creyó en esta presunción y asevera haber sido asesinado.

La alineación con el bloque socialista

Fidel Castro anunció ser marxista-leninista y se sumó al bloque socialista con la Unión Soviética como vértice. Comenzó su política internacional sumida a las tesis estalinistas. A cambio recibía una ayuda desproporcionada porque permutaba con Moscú azúcar de caña por petróleo, gracias a su valor geopolítico al estar situado a noventa millas de Florida. Cuba llegó a ser exportador de crudo sin producirlo y la zafra de la caña nunca alcanzó las metas de diez millones de toneladas propuestas desde el comienzo.

Cuba fue el eje de la izquierda mundial porque elaboró un modelo político luego de su triunfo militar y haber derrotado a un ejército regular. Fue la sede de la Tricontinental y los organismos derivados de ella para coordinar la lucha armada en África, Asia y América Latina. El comandante Manuel Piñeiro, Babarrojas, se convirtió en el coordinador de las luchas de este subcontinente, con la asesoría de la inteligencia rusa y germano oriental, dirigiendo el Departamento Américas del partico comunista cubano.

La intelectualidad mundial se juntó como un solo hombre con la revolución cubana, cognomento con el cual se designó al gobierno antillano. Jean Paul Sartre con su famoso Huracán sobre el azúcar hizo un panegírico del régimen aunque posteriormente se alejó por razones humanas. Mario Vargas Llosa, Ernesto Cardenal, Julio Cortázar, Pablo Neruda, José Saramago, Óliver Stone y Carlos Fuentes, entre muchos, fueron pensadores que cerraron filas en defensa de los Castros. Varios de ellos le retiraron el apoyo con el transcurso del tiempo por las violaciones de derechos humanos.

No obstante, los artistas y escritores cubanos disidentes fueron perseguidos y encarcelados. El poeta Heberto Padilla, Reynaldo Arenas, Lezama Lima y muchos otros fueron acosados policialmente, expulsados de Cuba y encarcelados, para impedir la ruptura del pensamiento único.

La salida del Che

Ernesto Guevara tuvo una postura crítica ante la Unión Soviética, lo cual hizo público en una conferencia celebrada en Argel del Movimiento de los No Alineados. Su posición enfrentada a los estalinistas moscovitas ocasionó una gran presión sobre Fidel Castro para salir de esa piedra en el zapato, para decirlo en lenguaje coloquial.

La oportunidad para su éxodo fue organizar la expedición a Bolivia, plan suicida diseñado por el argentino. El gobierno cubano le dio el apoyo necesario de armas, hombres y recursos financieros. Pero debía irse y así complacer a los soviéticos, lo cual se cumplió a cabalidad.

Con el retiro del guerrillero heroico Cuba se colocó a pie juntillas con la política de Moscú, aplaudiendo la invasión a Checoslovaquia, distanciándose de los chinos y colocando los muertos en Angola, Etiopía, Somalia, Burkina Faso, el Congo Brazzaville y demás países ubicados en la órbita socialista en el continente donde apareció el Australopiteco.

La Perestroika y el período especial

La implosión soviética y la caída del muro de Berlín generaron unas secuelas letales en Cuba porque hubo de retirarle el subsidio y el comercio disminuyó en tres cuartas partes.Esa situación colocó a Cuba en una grave crisis y fue solventada porque todavía el liderazgo de los Castros tenía vigor. La gente soportó desabastecimiento y escasez en honor al socialismo.

Se expandió el turismo entregándole su administración a transnacionales capitalistas para poder paliar el período llamado especial por las autoridades castristas. Después del agotamiento de los suelos cubanos el azúcar dejó de ser un agente económico importante y el níquel fue promovido como segunda fuente de divisas.

No obstante, aconteció lo inesperado: Venezuela. Con el advenimiento de un militar ante el fracaso del populismo criollo, Cuba vio en Hugo Chávez su tabla de salvación por la renta petrolera. Nuestro país de lejos nunca fue una nación transitando por la senda del desarrollo sostenido, era rentista y extractivista. Empero, las bonanzas financieras por las alzas del crudo permitían crear ficciones y los Castros aprovecharon la subida de la primera década del siglo veintiuno para recibir una ayuda financiera espectacular además de percibir petróleo. Fue la lotería alcanzada para darle oxígeno a una economía parasitaria.

El retiro de Fidel Castro

El mayor de los Castro se retira del gobierno por razones de salud. Lo anunció no en nombre del pueblo cubano ni del partido comunista sino en nombre propio delatando ser dueño de la nación y del Estado. Nombró como su sucesor al hermano Raúl como en toda monarquía y le traspasó las funciones ejercidas.A partir de allí se entronizó un formidable aparato militar y policial en reemplazo del líder máximo sobre quien siempre se empleó el culto a la personalidad a la enésima potencia.
Raúl Castro emprendió algunas reformas económicas ante el fracaso del estatismo permitiendo el pequeño negocio, ampliando la infraestructura turística incluyendo la gentrificación del centro de La Habana, creando zonas económicas especiales para la maquila ofreciendo trabajo esclavo y barato y preparándose para aceptar la reducción de las transferencias económicas y financieras de Venezuela. Esto abarcó el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos con la mediación del premier canadiense y el Papa, ahora torpedeadas parcialmente por las decisiones de Donald Trump.
Perspectivas

Además de las alteraciones económicas y financieras ya tomadas, se requieren cambios en el plano político. Se necesita oxigenar, aunque fuera una maniobra lampedusiana, a los altos cuadros de dirección del Estado. Es impostergable el cambio en la gerontocracia gobernante y de allí la iniciativa de entrega formal de Raúl Castro de su cargo de presidente.

El heredero puede ser Miguel Díaz Canel o el hijo de Raúl Castro, el coronel Alejandro Castro Espín. Ambos son miembros de la junta de quince militares donde se concentra el poder en este país. Hay otros candidatos como el ministro de las fuerzas armadas Leopoldo Cintras o el viceministro López Mieira. En todo caso, la disyuntiva no es la figura presidencial sino el poder real residente en la secretaría general del partido comunista.Si Raúl Castro retiene la dirección del único movimiento permitido estaría reservándose el centro de la dominación quedando la presidencia como una figura nominal, tal y como fue al inicio del proceso cubano con Manuel Urrutia y Oswaldo Dorticós Torrado.

En todo caso, se trata de una reforma, más allá de ser o no un maquillaje, para enjugarle el rostro a un modelo rígido vigente en la isla desde enero del año 1959. Es una nación cuyo régimen la ha colocado en una situación de minusvalía en múltiples órdenes, con un autoritarismo infinito envuelto en un lenguaje revolucionario. Un país latinoamericano estancado en el tiempo gracias a una estructura de poder severa con una nomenclatura enquistada en los altos niveles incapaz de ceder espacios porque efectuarlo lo consideraría una pérdida de los privilegios ya ancestrales.


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